IRUYA
Te conozco ya o eso me parece
de tanto querer pisar tus callecitas.
Y ahora, Humahuaca al norte
voy, amarillo grisáceo
y polvoriento.
Ya bajando la cuesta
el cañón serpentea con el río.
Estás colgada en la piedra
puedo verte de lejos.
Al llegar te transpiro para arriba
y para abajo, te ratifico
te descubro, te respiro, me agito
y a la noche, incrédulo
me duermo en tu silencio
donde termina el camino.